5 may 2015

Fwd: Desnutricion en Argentina, granero del mundo (antes)

Salud04/05/2015
Alfredo Zurita*

Desnutrición en el Chaco
La desmedida difusión en los medios nacionales de un caso de
desnutrición en el Impenetrable, generó al gobierno la necesidad de
"copar la parada", admitiendo que hay más casos, aunque están bajo
control, además control on line.

Desnutrición infantil, y epidemias son "papita pal loro" en tiempos
electorales, así que es entendible el aprovechamiento político por la
oposición, aunque es cierto que la destrucción de la confianza en las
estadísticas deslegitima la palabra oficial.

Estadística deriva de la palabra Estado, pero el Estado casi no existe
en Argentina, aunque por uso y costumbre se llama de esta forma a los
amigos del gobierno de turno que ocupan los cargos públicos, y trucos
en estadísticas de salud infantil se hacen ahora comunes, en Chaco en
1999, en Tucumán en 2008, etc. Pese a lo anterior el resto de las
estadísticas de salud parecen confiables, o al menos tan buenas como
lo permiten los certificados de defunción, muchas veces llenados a la
ligera, o por las mismas funerarias.

La reducción de la mortalidad infantil tardía, entre 1 y 11 meses de
vida, atribuíble a complicaciones infecciosas de la desnutrición, está
en baja continua, sea porque hay menos pobreza, como dice el gobierno,
sea porque los pobres aprenden a sobrevivir en la pobreza como decía
un director de la Organización Panamericana de la Salud. Nadie
conocedor del tema dirá que es porque hay mejor atención, porque su
importancia es marginal. El chico desnutrido no se morirá de las
enfermedades para las que hay vacunas, sino de otras, y si zafa de una
con antibióticos, morirá de la siguiente

Los cifras que se han mencionado, 160 casos, 1600 casos, carecen de
valor en tanto no se aclare de qué universos se habla y cómo fueron
obtenidas. Si se trata de casos registrados en los establecimientos
públicos solo incluyen a la mitad de la población. Si se refieren a
encuestas faltan los intervalos de confianza de los datos muestrales.
Además debería aclararse que porcentaje es de primer, segundo o tercer
grado, grupos de edad, etc.

Creo que de todos modos se cae en el error habitual de confundir
indicadores poblacionales con indicadores clínicos. La relación
peso/edad, o talla/edad, que miden desnutrición aguda y crónica son
medidas válidas a nivel poblacional, no individual, aunque se han
difundido, por su sencillez como indicadores clínicos. Un chico con
bajo peso de nacimiento que crece adecuadamente, será desnutrido para
los indicadores poblacionales, y una población donde todos los niños
están bien nutridos, arrojará de todos modos un porcentaje de
desnutridos dados los supuestos estadísticos con que las tablas son
construídas.

Quizás sea más importante saber cuántos niños están en situación de
riesgo, no solo por desnutrición, sino por otras razones, edad de la
madre, sostén familiar, ingresos, etc., y ello requiere criterios
locales, no indicadores poblacionales, y planificación local, no
programas que se "bajan" desde Nación, con sus normas incluidas, y que
son monitoreados "on line" puesto que si se hacen como está ordenado
generan recursos extra que envía el Nacer-Sumar.

Una falla del sistema sanitario que parece advertirse detrás de la
retórica del caso, es la existencia de puestos sanitarios con un solo
empleado. Estos garantizaban otrora atención 24 hs diarias, 365 días
al año, del mismo modo que lo hacían los médicos aislados. Ahora para
conseguir eso hay que pagar guardia, o tener más personal.

No todo es accesibilidad geográfica, sino puede garantizarse un mínimo
de atención permanente, del mismo modo que la presencia de un médico o
partera no garantiza evitar muertes maternas, sino hay cirugía
disponible para partos complicados, aunque concentrar todos los partos
en maternidades seguras parecería estar congestionando los hospitales
donde funcionan tales maternidades, generando también problemas de
accesibilidad, y si no se aplican a la medicina privada, dejan a una
parte de las madres en inseguridad de parto, como si el gobierno no
fuese responsable de la calidad de la atención médica para todos y
todas, tal como lo establece la Constitución.

Si la oposición quiere atacar al gobierno en forma más pertinente en
el área de salud debería centrarse más en variables intermedias, que
en resultados finales, que dependen de factores fuera de control del
ministerio de salud, y aún del mismo gobierno. Por ej. la mortalidad
materna o mejor aún las infecciones en internados de las cuales creo
solo el Hospital Perrando lleva registro, al ser cosa voluntaria y no
obligatoria como prevé una ley cuyo proyecto por ahora duerme en el
Congreso Nacional. Por infecciones en internados se estima que muere
el doble de los que lo hacen por accidentes de tránsito, para dar un
ejemplo comparativo, y este dato figura en el proyecto de ley.

Sin embargo comprendo que la discusión político electoral no se basa
en razones sino en emociones, de allí la importancia de las fotos, y
la TV, y si mal no recuerdo las de desnutridos sobre el altar de la
catedral local, jugaron un rol en las elecciones del 2007, aunque en
ese momento las cosas eran distintas, y el partido que en ese entonces
era gobierno decía que les llevaban comida a los originarios, pero
estos la rechazaban por razones culturales.

De todos modos anoche ya se informó por TV que hay más desnutridos en
Tucumán que aquí, también con la estrategia de mostrar casos, más
fácil de entender que estadísticas, aunque el ministro de salud aclaró
que los 2.500 que tiene registrados el sistema público, son crónicos,
no agudos, aunque también dijo que un solo caso es un drama. Según la
oposición son 22.000.

Ambos deben tener razón, como trate de explicar cuando empezó la
epidemia de dengue aquí, los 15 casos que decía el gobierno o los
5.000 que decía la oposición dependían de la definición que se usara.

En estos días ha renunciado a su cargo en un partido español reciente
pero muy exitoso, (Podemos), uno de sus fundadores, profesor de
ciencias políticas en Madrid, advirtiendo que el partido, ante la
próxima coyuntura electoral comienza a usar los mismos trucos de los
que acusa a los partidos tradicionales, y que los han desacreditado
ante la opinión pública.

El líder del partido, al explicar la renuncia la explica, dice que el
profesor es un intelectual, no un hombre de partido, que se pone la
camiseta y entra a ver cómo consigue votos, de la forma que sea, ya
sea haciéndose bautizar, como Enrique de Navarra, o como el ex
presidente Menem, o visitando al Papa, y yendo luego a eventos
religiosos de la opo al Papa, sin el menor rubor. En política, como en
el futbol, lo que cuenta son los goles, no la teoría ni la coherencia,
ni las estadísticas.Para todo eso estan los intelectuales, a los
cuales nadie les prohibe presentarse a elecciones con esos argumentos.

*Facultad de Medicina
UNNE

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gracias por visitarnos, y participar